Como todo vínculo valioso, la amistad también necesita ser cuidada, nutrida y elegida todos los días. No alcanza con conocer a alguien para que una amistad surja y subsista: hay que poner de una misma.
La amistad también se elige y se trabaja
Esta es una de las ideas en las que hacemos hincapié en todas las dinámicas y en todos los eventos de Amigas al Rescate. Porque lo sabemos por experiencia: no hay amistad real si no hay intención, si no hay compromiso con el vínculo, si no hay ganas de construir juntas.
Una amistad verdadera se sostiene con pequeños gestos, con escucha, con presencia.Con la voluntad de estar. Con la sinceridad de decir. Con la humildad de aprender a querer mejor.
¿Por qué es tan importante trabajar en nuestras amistades?
Porque las amigas pueden ser refugio, impulso, espejo, sostén y celebración.
¿Qué necesita una amistad para funcionar?
Acá te compartimos algunos ingredientes que creemos fundamentales:
- Escucha activa: no siempre hay que dar consejos, a veces alcanza con estar, con escuchar desde el corazón.
-Empatía: ponerse en el lugar de la otra, sin juzgar ni minimizar lo que siente.
- Respeto por los procesos individuales: cada una está en su camino, y acompañar no es controlar ni juzgar.
- Espacio para la vulnerabilidad: mostrarnos tal como somos fortalece la conexión.
- Comunicación sincera (pero amorosa): hablar lo que molesta o lo que se necesita, sin miedo y sin culpas.
- Tiempo compartido, aunque sea poco: un mensaje, una llamada, un café… no se trata de cantidad, sino de calidad.
- Celebrar a la otra sin competir: hay espacio para que todas brillemos.
- Reciprocidad real: dar y recibir desde el deseo, no desde la obligación.
- No competencia: no estamos para compararnos ni para competir. Estamos para sostenernos, admirarnos y crecer juntas.
La amistad también se elige
A veces, el primer paso para mejorar nuestros vínculos es revisar qué tipo de relaciones estamos eligiendo, y también cómo nos estamos vinculando.
¿Nos priorizamos? ¿Nos abrimos? ¿Sabemos pedir lo que necesitamos? ¿Somos buena compañía para las demás?
Trabajar en nuestras amistades no es cargar con más tareas emocionales. Es hacernos responsables de lo que sí podemos construir: vínculos que nos hagan bien, que nos sostengan, que nos hagan crecer y en los que podamos aportar lo mismo.
Y eso empieza por una misma. Por el deseo real de tener relaciones sanas, y por el compromiso de ser parte activa de ellas.
En AAR creemos que la amistad sana, salva e inspira.
Por eso creamos esta comunidad: para cultivar vinculos genuinos, tribus conscientes, y redes que nos hagan sentir en casa.
Porque cuando una mujer se rodea de otras que la inspiran, la motivan, la sostienen y la acompañan, todo es más fácil. Todo es más lindo.
Y vos, ¿cómo estás trabajando en tus amistades?
